Este instrumento, que completa y “vincula” el proceso de gestión del desempeño, permitirá la consolidación de una cultura participativa y meritocrática, que incentiva el desempeño individual, privilegia la integración de esfuerzos y la corresponsabilidad por los resultados colectivos, así como reconoce y premia, de manera justa, aquellos profesionales que se diferencian, con el fin de ampliar los resultados del equipo hacia la excelencia.